Pequeños negocios, webs adaptativas
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En un contexto empresarial en el que predominan el negocio pequeño y el autoempleo, la pandemia del COVID ha sido el detonante definitivo de una nueva necesidad de la llamada economía digital: webs planteadas hacia los servicios (cita previa, reserva, venta on-line, encargos…), y que sean sencillas de actualizar y mantener.
Además, las pequeñas y medianas empresas o profesionales autónomos no suelen tener un presupuesto asignado para su comunicación digital y buscan soluciones económicas. Y en este proceso pueden encontrarse con “productos milagro”, que no solo no les ayudarán sino que se pueden convertir en un problema, una pérdida de tiempo y dinero, y una mala experiencia que les desmotive en vez de apasionarles y producirles crecimiento. Asesorarse bien es fundamental, no existen pócimas mágicas.
Una web adaptativa (que se adapte a móvil, tableta y PC) es una solución eficaz en muchos de estos casos pero siempre teniendo en cuenta:
Que hay que llevar tráfico a la web y, por tanto, no es suficiente tener una página molona sino que siempre hay que considerar una partida presupuestaria para posicionamiento web, redes sociales y publicidad. ¿Te imaginas montar una tienda preciosa en medio del desierto, sin accesos y sin que tus posibles clientes conozcan de su existencia? Eso te puede ocurrir si gastas el 100% de tu presupuesto digital en una web y olvidas las otras tres patas de la mesa.
No hay recetas sencillas, bueno sí, pero siempre hay que cocinarlas y comprar los ingredientes de calidad. Por eso, cuidado con las ofertas que te prometen estar en los primeros puestos de Google, con las páginas que te dicen que lo puedes hacer tú mismo sin ayuda de nadie o packs muy económicos. No suele salir bien.
Aunque se delegue parte del trabajo digital, hay que formarse para tomar decisiones adecuadas. Además de cursos on-line de gran calidad (Domestika, Coursera,…), hay centros de apoyo a emprendedoras como Barcelona Activa que organizan talleres y cursos muy interesantes.
No siempre es necesario tener una web. Ten en cuenta que además de diseñarla, tendrás que actualizarla, mantenerla técnicamente y pagar un hosting y un dominio. No es una gran inversión si realmente le sacas partido, pero valora otras opciones si tienes un micronegocio u ofreces un servicio muy concreto. Las funciones que tienen muchas redes sociales actualmente y su buen posicionamiento las convierten en una gran opción. ¡Explóralas!
Un plan de marketing digital, con objetivos, fases, tareas y un presupuesto asignado debería ser el primer paso para lanzarse a montar un negocio digital o ampliar tus canales de servicio, información o ventas. También si eres mini o autónomo. Todo empieza con un papel y un lápiz o un documento de Word. ¡No le tengas miedo a la página en blanco! Investiga, pide ayuda y camina poco a poco hacia tu objetivo.